viernes, 18 de diciembre de 2015

TU ÓRBITA


Si no llegas a estar ahí, nadie me salva.

Un sol, en el que orbito,
ilumina mis noches
en las que bailamos dentro del laberinto.
Mis retinas apenas recuerdan
la existencia sin su calor,
sin esa luz que me calma,
que destierra todas mis sombras,
existiendo en una eternidad,
sin principio, sin final,
acoplando nuestro aliento en órbita circular,
que danza día y noche en movimiento concéntrico,
inmortalizando una estela,
 que transita en una sola dirección,
la del amor.


Lola Lirola, Toledo 11 de diciembre de 2015








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