TRAS
EL ECLIPSE
En silencio anda el camino
borra sus huellas,
guarda recuerdos
que hacen herida.
Y en su horizonte
brota verde la
esperanza,
relegando a la niebla
espesa
que aun susurra.
Anhela vivir la vida,
amar sin ecos,
libar la savia,
reír con todo,
soltar el lastre,
dejar que el alma
redima sueños de
primavera,
y que despierten con
las campanas,
las mariposas en su
cuerpo herido,
las que sintió siendo tan
niña,
que vuelvan pronto
entre sus carnes.
Cierra sus ojos,
y su deseo es como un
mantra
que envuelve todo.
Ya está sintiendo que
no es un sueño.
©
Lola Lirola, Toledo, 28 de marzo de 2015.
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