martes, 16 de diciembre de 2014

IDENTIDAD HALLADA




Como el primer rayo de sol
de primavera, tu abrigo
calentó la cara norte
de mi jardín marchito,
tu luz desterró la sombra
que había echado raíces,
tus palabras, jamás pronunciadas,
alzaron un arco iris
para los días de niebla,
tu presencia soltó la soga
que ataba mis miedos,
te hiciste imprescindible,
sanando mis heridas.
Y hoy, busco tu huella en todo,
tu aroma dulce preñado de paz,
el cobijo de un universo inventado,
ese soplo simple de una onda
nítida, en la que soy yo misma,

Toledo, Lola Lirola, 21 de noviembre de 2014


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