Si yo pudiera colgar
un cartel en la puerta
que pusiera: “estoy creando”,
quizá otros versos surgirían.
Si yo pudiera acallar
ese silbido loco,
que suena soliviantando
a las musas chismosas,
quizá otros versos saldrían.
Si todo estuviera en silencio,
si yo pusiera ese cartel
en la puerta, ellas no vendrían.
Pues ellas permanecen
por vuestras risas locas,
por una vida juntas,
por una lucha continua,
por mis callados llantos,
por un tiempo vivido.
Por mi universo
ellas permanecen siempre.
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