miércoles, 23 de abril de 2014

LAMENTO MUDO


Hoy, me encuentro retenida
en el vestíbulo decrépito
de un sueño etéreo.
Hoy, la calma me abandona,
y en su lugar, la congoja
oprime mi garganta,
por un lamento mudo,
invisible, que no sale,
y que oxida las entrañas.
Hoy, el compás del carrillón
impasible tortura mi salón,
hipnotizándome en la espera.
Hoy, el teléfono callado
silba melodías ajenas,
y el correo amedrenta
la esperanza del que espera.
Hoy, desesperadamente,
necesito ese soplo
que acaricie mis sentidos,
necesito ese hecho
que me saque del abismo,
y me lleve por parajes
frescos, cuya brisa pura
despeje mi angustia,
necesito esas palabras
que me alivien en la duda,
necesito un corazón
que me marque urgentemente
el compás del palpitar.



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