RUNRÚN
INSISTENTE.
Pronto
quisiera arrancar
esa duda que
está clavada,
ese runrún insistente
que en la
noche me despierta,
y me rasga
las entrañas.
Mil veces lo
hemos hablado,
y tu
respuesta no me sacia.
Hoy, te he
visto entre tu gente,
y una mirada
lasciva
recorría tus
fronteras,
deseosa de
conquista.
¡Pobre
ingenuo!
Esos ojos
despistados,
con una sonrisa melífera
confirmaban
mi sospecha.
No me valen
tus palabras
No me vale
tu calor,
No me harto
con tu entrega,
Nada calma
mi ardor.
Y en mi
mente creadora,
la imagino
en tu pecho
escuchando
esa máquina
a la máxima
potencia,
y ese aroma
que se clava,
y ese
éxtasis burlón,
y otro día
que no duermo
¡Puta
imaginación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario