domingo, 9 de febrero de 2014

VENCIDA

La gélida sábana
abraza el lecho oxidado,
mortíferas espinas
extirpan la alabanza rota,
un dolor callado
afina un fado feroz,
desencajadas fauces
expulsan perturbadas prosas.
Negras noches
oprimen el frágil pecho
robando el plácido sueño,
oscurecidas tinieblas
colman la estancia,
ahuyentando quimeras.
Allí, vencida en lo recóndito,
un lienzo blanco, nítido,
enciende una esperanza:
“Aguanta, pronto

saldrás de aquí”

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